Para variar, como sucede cada tres años, se presenta un nuevo comienzo, una nueva forma de hacer las cosas. Y para nosotros, los que a final de cuentas pagamos los platos rotos, inicia una nueva etapa de incertidumbre.
Existen más de tres asuntos pendientes por solucionar en nuestro Municipio. Ojo, dije solucionar, no dije corregir. Porque a final de cuentas, creo que buena parte de los problemas que hay que solucionar, se deben a que sólo se corrigen algunos errores pero no se soluciona el fondo que los ocasiona. Y muchos existen desde que recuerdo y ya estoy en la cuarta década.
El suministro de agua potable, la infraestructura vial, un tráfico cada vez más complicado, el aseo público o por lo menos la recolección oportuna de la basura de los contenedores, las facilidades administrativas para la creación de fuentes de empleo o el apoyo sustentado para el efecto, la promoción en serio, con planes y recursos, de la cultura y el deporte…en fin, la lista es larga.
De todo corazón espero y deseo que los nuevos administradores del Municipio se ganen sus sueldos y nuestro reconocimiento con trabajo y resultados. Ojalá que durante el transcurso de su gestión no nos quedemos con la sensación de que a final de cuentas se trata de una administración fallida más, con más críticas y envuelta en chismes que logros en beneficio de la población.
Les deseo todo el éxito del mundo y por supuesto, seguiré aportando mi granito de arena para que ese éxito deseado se cristalice. ¿Me acompañan?