AUTLÁN, JAL. 19-MAYO-2015.- Hechos que se han convertido en una práctica común en los camposantos, como el robo de imágenes religiosas o daños superficiales a las tumbas es lo que comentan algunos de los visitantes y encargados de la limpieza, tal es el caso del señor Odilón en el panteón de Dolores, una situación en la que al igual que varios de sus sepulcros, queda en el olvido.
Rodolfo Ponce, administrador de cementerios del municipio de Autlán de Navarro, menciona que para disminuir en lo posible este tipo de casos que no tienen responsables identificados hace falta el apoyo en vigilancia por parte de la policía municipal.
«Aquí (en el Parque Funeral) como es más céntrico, como que uno piensa que es más difícil que se vengan a hacer algún tipo de daños, vamos, como últimamente, pero voy a hablar con el director de seguridad pública para que me apoye con más vigilancia».
Otro problema de características muy distintas es la falta de actualización de documentos por parte de los dueños de las tumbas, algunas de ellas sin referencia más el nombre de las personas fallecidas, lo que limita el mantenimiento y restauración por su carácter de propiedad privada o patrimonio histórico del municipio.
Cabe resaltar que tan solo el panteón de Dolores data de alrededor de 1854 y con tumbas de más de 100 años de antigüedad, además de ser el lugar donde reposan los restos de personajes importantes para la historia de los autlenses como José Corona Araiza o Antonio Borbón.
(Andrés Ramírez Pelayo)