Navegando por las redes sociales encontré el siguiente pensamiento que me gustó para compartir ahora con el asunto del eclipse lunar…
«Cuenta la leyenda que el Sol y la Luna eran amantes, amantes de un amor tan puro, tan radiante, tan candente y sublime, que un mal hechicero, frustrado por su amor por Luna y no correspondido, los maldijo condenándolos a estar separados por toda la eternidad, ya que uno debe salir de día y la otra al caer la tarde. Pero la ley mística, Dios, el Universo o como quieras llamarle, en su infinita misericordia, se apiado de ellos y les permite que cada cierto tiempo, durante los eclipses de Sol o de Luna, ambos, momentáneamente, por breve, brevísimo tiempo, puedan tocarse, besarse, amarse…»
(El lobo, el sol, todos enamorados del hechizo de la Sra. Luna…..)