AUTLÁN, JAL. 28 MAYO 2015.- Están en el mercado, su presencia es añorada y desde hace varias décadas ha habido intensiones en que el cultivo de la pitaya rompa las barreras de lo artesanal, para entrar a la dinámica de capitalismo agrícola. El Gobierno de Jalisco dio cuenta que se trabaja en la creación de una marca colectiva a favor de este fruto, que por lo pronto ha tenido más avances en el municipio de Techaluta, dejando fuera, también por lo pronto, a otros municipios productores como Autlán.
Esta medida contempla el reconocimiento formal que se tendría ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con la liberación de la marca colectiva, como ha ocurrido con otros productos, como la raicilla.
Los promotores de esta iniciativa explicaron que en años recientes se ha avanzado en la tecnificación de la pitaya, lo que ha traído consigo paquetes tecnológicos que aumentaron su producción, además de un mejor manejo para prolongar la vida de anaquel de la fruta hasta por dos semanas, si se mantiene en temperatura constante.
Trabajos de investigación sobre los costos de inversión en huertas tecnificadas, han arrojado que un terreno con entre 750 y mil pitayos requiere de 85 mil pesos por hectárea, lo que incluye material vegetativo, obras de riesgo de auxilio y mano de obra.
Un nuevo organismo cultivado requiere de un lapso mínimo de tres años para que empiece a dar frutos. También se debe continuar con la diversificación de productos alimenticios y cosméticos que incluyan a la pitaya en su contenido, como ya ha sucedido con el champú, los panes, paletas, mermeladas, tamales y vinagretas, entre otros. En Techaluta de Montenegro hay 320 hectáreas de pitayas, la mayoría son huertas tecnificadas.
(Carlos Efrén Rangel)