Diputado Javier Romo Mendoza.
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GUADALAJARA, JAL. 21/JUNIO/2019 (REDACCIÓN) | Porque el índice de robo de celulares se ha incrementado de forma alarmante en los últimos años, y cada vez es más frecuente que el mismo se traduzca en daño físico a la víctima, el diputado Javier Romo Mendoza anunció esta mañana la presentación de una iniciativa de reforma al Código Penal estatal, donde se tipifiquen las penas a quien cometa el delito, y garantice su persecución de oficio.
“A diferencia del robo de otro tipo de pertenencias, el equipo telefónico contiene información biométrica, financiera, laboral, personal y afectiva, que coloca al afectado dentro de un rango más elevado de vulnerabilidad”, explicó el legislador.
Acorde a lo anterior, la iniciativa propone un andamiaje jurídico contra la compra venta y desbloqueo de celulares robados, que establezca penas de cuatro a ocho años de prisión a quien despoje a un transeúnte de su teléfono móvil; así como a quien remarque, desmonte, desbloquee, trasplante los números originales de identificación, o comercialice celulares robados.
Además, establece agravantes con pena de hasta 10 años, si el aparato contiene información personal, biométrica o financiera, así como sanciones que van de los seis a los 12 años cuando se extraiga o utilice la información contenida en el mismo.
En caso de que el robo se realice con arma de fuego, Romo Mendoza propone un incremento de pena que podría llegar hasta los 15 años; y establece sanciones que irían de los 16 a 32 meses de prisión a quien sea sorprendido comprando teléfonos robados, y de cinco a 10 años a quien se dedique a la compraventa de equipos con estas características.
“Con esta iniciativa buscamos que el robo de celulares se persiga de oficio, para que la Fiscalía y los Ayuntamientos, a través de sus policías y sus áreas de inspección y vigilancia, implementen operativos y acciones que disminuyan el riesgo de los ciudadanos de ser violentados”.
Para finalizar, y como medida de socialización de dicha iniciativa, el legislador anunció una campaña digital denominada “No le Compres a Robinho”, que se distribuirá principalmente vía redes sociales.
