CALIFORNIA, EE UU 05/MARZO/2019 (REDACCIÓN) | Una nota publicada el pasado lunes en el portal de la cadena televisiva Telemundo informó que en un hospital junto a la prisión estatal de Corcoran (California) falleció a los 85 años Juan Vallejo Corona, originario de Autlán de Navarro, quien es considerado uno de los peores homicidas en serie que ha conocido Estados Unidos al haber sido encontrado culpable de asesinar a 25 personas.
De acuerdo con la información, Vallejo Corona nació en 1934 en Autlán de Navarro, y siendo un adolescente emigró al estado de California donde ya tenía familiares, y ahí se dedicó a recoger frutas y verduras como jornalero indocumentado.
En diciembre de 1955, una terrible inundación de los ríos Yuba y Feather causó más de 70 muertes pocos días antes de Navidad, y destruyó más de 100 mil acres en el norte de California.
Juan Vallejo sufrió entonces un episodio de locura, asegurando que veía fantasmas caminando junto a él, por lo que fue hospitalizado y en donde se le diagnosticó esquizofrenia paranoide, motivo por el que recibió 23 electro-shocks a modo de cura. Fue dado de alta tres meses después y deportado a México.
Regresó poco después a Estados Unidos con una “green card”, y consiguió una licencia como contratista reclutando trabajadores para trabajar en ranchos, sin embargo, él aprovechaba para rastrear a hombres desesperados y sin familia con otros fines: asesinarles de un solo disparo o una puñalada en el pecho.
“Corona elegía a sus víctimas”, explicó Carls Adams, fiscal del condado de Sutter en 2009, “hombres sin familia ni conexiones”. “Era un hombre muy cruel”, señaló Dave Teja, fiscal del condado de Sutter en 1971. Aquel fue el año en el que se produjeron los asesinatos.
El 19 de mayo, un granjero japonés descubrió un agujero, de 2 metros de largo y 1 metro de ancho, en un campo de melocotoneros. Al día siguiente regresó y vio que había sido rellenado con tierra, por lo que reportó el hecho a las autoridades. Cuando llegó la policía, desenterró el cuerpo de un hombre, Kenneth Whitacre, al que habían violado, acuchillado, decapitado, y sepultado con pornografía homosexual.
En días subsiguientes se hallaron nuevas sepulturas similares, todas de hombres sodomizados, acuchillados (uno de ellos tenía un disparo), y mutilados con un machete, además, los cadáveres presentaban un par de cortes en forma de cruz en la nuca.
Hasta el 4 de junio de ese año la policía desenterró 25 cadáveres y en algunas de las tumbas encontraron recibos a nombre de Juan V. Corona.
El juicio comenzó en septiembre de 1972, Vallejo Corona se declaró inocente, sin embargo en 1973 el jurado tardó 45 horas en encontrarle culpable de los 25 asesinatos por lo que pudo haber sido condenado a muerte, pero siete meses antes, la Corte Suprema de California había prohibido la pena de muerte por considerarlo un castigo inconstitucional por cruel e inusual, así que su condena fue de 25 cadenas perpetuas consecutivas.
Una corte de apelaciones obligó a repetir el juicio en 1978 al no haberse tenido en cuenta la esquizofrenia paranoide que sufría Vallejo, por lo que se le juzgó nuevamente en 1982, y volvió a ser condenado. En esta ocasión sí confesó los crímenes.
A Juan Vallejo Corona se le negó la libertad condicional en ocho ocasiones y no alcanzó a llegar a la siguiente audiencia que estaba programada para el 2021, ya que falleció de causas naturales, según el Departamento Correccional, envuelto en las brumas de la demencia, a los 85 años y tras pasar casi medio siglo en la cárcel.
FUENTE: TELEMUNDO (“Era un hombre muy cruel”. Muere uno de los peores asesinos en serie de EE UU: era latino, inmigrante, y agricultor)