AUTLÁN, JAL. 20 / SEPTIEMBRE / 2018. Un total de 110 establecimientos realizaron ejercicios de simulacro durante el transcurso de este miércoles en el municipio de Autlán de Navarro, esto como parte del Día Nacional de Protección Civil, así como la conmemoración de los sismos de 1985 y 2017.
Al respecto, Juan Ignacio Arroyo Verástegui, director de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de este municipio, indicó que durante los ejercicios de simulacro participaron 586 personas en edificios de gobierno, 262 en guarderías, 168 en preescolares, 1976 en primarias, 515 en secundarias, 229 en preparatorias, 409 en empresas y uno más en un negocio particular, dando un total 4330 las personas que formaron parte de los ejercicios de simulacro con hipótesis de sismo en las costas de Barra de Navidad.
“Hay un mayor interés, la presidencia mejoró muchísimo su participación, sus funcionarios, en las escuelas estuvieron hablando que querían participar, que querían verse en la lista publicada, el hecho de que ellos directamente en la página se estén registrando, hay mejoras”.
Autlán de Navarro ha experimentado algunos de los sismos de gran intensidad más importantes de los que se tengan registro en México, como el ocurrido en 2003 con magnitud de 7.6, el de 1995 con magnitud de 8.1, el de 1985 también con magnitud de 8.1, y el de 1932 con magnitud de 8.2, este último con epicentro a 50 kilómetros del municipio y que fue el terremoto más fuerte del país durante el siglo XX. Por ello, la importancia que debe ser la cultura de los macrosimulacros y la prevención en desastres naturales dentro de la sociedad autlense.
“Debemos convivir con riesgos que son de aparición espontánea, inmediata, no hay posibilidades en este momento de que en Autlán tengamos una alerta sísmica, van a aparecer súbitamente y pueden ser de gran intensidad a ser capaces de derribar edificaciones. ¿Qué debe significar? Que somos sensibles ante la naturaleza, que debemos estar siempre preparados, tenemos planes de emergencia, hoy más que nunca se requiere una sociedad con capacidad de actuación, de organización. Yo hablaba la palabra resiliencia, capaces de resistir el impacto de los fenómenos y capaces de recuperarse lo más rápido posible”.
Por último, Arroyo Verástegui recordó que además de los ejercicios de simulacros en escuelas y oficinas, también es importante que las mismas familias también practiquen este tipo de ejercicios, ubiquen salidas y puntos reunión durante un sismo, así como tener siempre a mano documentos de valor, así como un botiquín de primeros auxilios.
(Andrés Ramírez Pelayo)