El fenómeno de los eSports (deportes electrónicos) continúa con un idilio de crecimiento desde inicios de siglo. Los eSports han experimentado un crecimiento masivo desde los años 2000, consagrándose como una moda que ha llegado para quedarse.
Lo que comenzó como pequeñas competiciones entre jugadores aficionados se ha transformado en un fenómeno global que mueve millones de dólares y reúne a jugadores profesionales y fanáticos de todo el mundo. Su componente místico, unido al poder que otorga la red de redes ha cambiado diametralmente esta actividad y otras análogas como las ofertadas por Jackpot City.
A lo largo de las últimas dos décadas, los eSports han evolucionado hasta convertirse en una de las industrias más influyentes y populares dentro del entretenimiento digital.
Los eSports no surgieron de la nada en los años 2000, sino que sus raíces se remontan a los torneos de videojuegos de los años 90. Juegos como Street Fighter II y StarCraft ya tenían comunidades activas y competitivas, con pequeños torneos organizados en salas de juego y eventos locales. Sin embargo, fue la llegada de la conectividad a Internet y las mejoras en la tecnología lo que permitió que los eSports dieran un salto importante en el nuevo milenio.
Uno de los juegos que sentó las bases para los eSports modernos fue StarCraft: Brood War, un juego de estrategia en tiempo real que se volvió enormemente popular en Corea del Sur. A principios de los 2000, el juego estaba siendo transmitido en canales de televisión surcoreanos y atrayendo a miles de espectadores. Este fenómeno impulsó el desarrollo de la infraestructura necesaria para los eSports, con la creación de ligas profesionales y patrocinadores.
A medida que los torneos crecían en tamaño y popularidad, los eSports comenzaron a atraer la atención de inversores, patrocinadores y medios de comunicación. Equipos profesionales empezaron a surgir con entrenadores, analistas y jugadores que dedicaban tiempo completo a entrenar y competir. La profesionalización de los eSports también trajo consigo una mayor cobertura mediática, con la creación de plataformas especializadas y la transmisión de eventos en directo.
Uno de los factores clave en el crecimiento de los eSports fue la llegada de las plataformas de streaming en línea, en particular Twitch, lanzada en 2011. Twitch permitió a los jugadores transmitir sus partidas en tiempo real y, a su vez, ofreció a los aficionados la posibilidad de seguir los eventos y competiciones desde cualquier lugar del mundo. La popularidad de esta plataforma ayudó a democratizar el acceso a los eSports, permitiendo que cualquier persona pudiera ser parte del fenómeno como espectador o jugador.
Con todos estos datos, es indudable pensar que el auge de los eSports desde los 2000 es un claro reflejo de cómo la tecnología, la conectividad global y el talento de los jugadores han dado lugar a una industria multimillonaria que ha transformado el mundo del entretenimiento. Con su continua expansión y la inclusión de nuevas generaciones de jugadores y aficionados, los eSports están destinados a seguir creciendo y consolidándose como una de las principales formas de competencia y espectáculo del siglo XXI.