REGION. 07 / ABRIL / 2022. Numerosos sitios arqueológicos del estado y del país, sufren daños no solo con los llamados grafiteros que con pinturas de aerosol vandalizan pinturas y grabados en rocas, y por los llamados “moneros”, que realizan furtivas excavaciones en la búsqueda de presuntos tesoros, sino también por quienes, en Semana Santa, acuden a sitios arqueológicos para buscar supuestos tesoros que en los días santos presuntamente se aparecen, arrasando con ello lo que sea.
Son enemigos de la arqueología, de los vestigios, del patrimonio cultural, quienes acuden a dañar los sitios arqueológicos, especialmente los jueves y viernes santo de cada año.
En las diversas regiones del estado, se ha podido constatar la presencia de grupos pequeños y hasta numerosos, que excavan y hasta rompen rocas con grabados, en la afanosa búsqueda.
En el municipio Cihuatlán, incluso el sitio arqueológico más emblemático, la “Piedra Pintada”, en un predio del ejido Alfredo V. Bonfil, no ha escapado de los buscadores de Semana Santa; igualmente sitios en Barra de Navidad y otros de ese municipio.
En el municipio La Huerta, de igual manera varios sitios reciben visitas de buscadores de tesoros; en Casimiro Castillo, en Tomatlán, en Autlán de Navarro.
Incluso se ha podido constatar este tipo de vandalismo en sitios arqueológicos de municipios como Talpa de Allende, Puerto Vallarta, Jesús María, Cuautla, Cañadas de Obregón.
Cabe recordar que los vestigios gráfico rupestres, las estructuras, los depósitos de materiales de origen prehispánico, son ya de por sí un tesoro que si bien las autoridades encargadas, no realizan oportunamente los estudios de los sitios, al menos deben conservarse en el estado en que se encuentran.
(Marco Corral)
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