REGION. 05 / MAYO / 2022. El registro de los sitios arqueológicos en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, es un trabajo largo, que comprende un proceso de investigación y estudio de los elementos, que para su financiamiento, muchas veces tienen que erogar recursos los Municipios.
Aunque el presupuesto del INAH se dedica en parte al mantenimiento y cuidado de zonas arqueológicas, así como para el manejo y operación del Instituto, otra parte se dedica a la investigación y estudio de los sitios arqueológicos.
Y esta última resulta insuficiente para el estudio de todos los sitios en todo el país.
En la década de los 70’s, previamente a la construcción de la presa de mayor capacidad en Jalisco, la presa “Cajón de Peña”, el gobierno federal emprendió un proyecto de salvamento arqueológico en el municipio Tomatlán, en 1974; sin embargo, el proyecto se prolongó al siguiente año, y ya participó en el financiamiento la Universidad de Carolina del Norte, y en otro año más, el financiamiento fue completo por parte de la Universidad.
En la década de los 80’s, el gobierno de Puerto Vallarta costeó parte del proyecto de los trabajos arqueológicos en Ixtapa y otras áreas del municipio, al igual que el gobierno de Villa Purificación en su momento, para los estudios en el municipio que dejaron casi una década después, dos docenas de sitios registrados.
Y de manera similar el ayuntamiento de Casimiro Castillo, donde al paso de los años, solo se tiene registrado uno de los sitios arqueológicos estudiados.
El gobierno de La Huerta en el trienio 1992 – 1995, también costeó parte de un proyecto de estudio en un sitio, que a la fecha no está registrado.
(Marco Corral)
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