REGION. 14 / ABRIL / 2022. La llamada “Piedra oscilatoria”, es uno de los atractivos en la zona arqueológica del municipio Cuautla, la zona conocida como “Las Aguilas”, misma que no se encuentra registrada en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, pero que es reconocida por habitantes de la región y de varios estados del país.
Los enormes monolitos de 5 metros de altura, que al dejar pasar entre sí los rayos solares durante equinoccios y solsticios, son el distintivo de la zona arqueológica de Cuautla, sin embargo, en esa zona hemos encontrado petrograbados, estructuras y restos de cimientos, entierros y concentraciones de materiales, además de numerosas rocas con extrañas formaciones que han dado pie a leyendas regionales.
La llamada “Piedra oscilatoria” es una enorme roca con forma tipo ovoide, con más de 2 metros de altura, y que se encuentra en equilibrio.
La enorme roca se aprecia desde el arribo al área de los monolitos, en la cima, y ésta tiene un punto que al recibir la presión de una mano, tiene un ligero movimiento, de ahí que le llaman “piedra oscilatoria”, según relató hace unos años, en un recorrido de exploración por el lugar, el investigador e historiador Moisés González Urista.
En la población de Cuautla, hace dos décadas era generalizada la idea de que solo un joven podía darle un pequeño movimiento a la enorme roca de varias toneladas de peso, sin embargo, quien encuentra el punto exacto, puede ejercer presión y generar movimiento en la misma.
Este es uno de los atractivos de quienes visitan la zona arqueológica de Cuautla.
(Marco Corral)
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