AUTLAN, JAL. 13 / OCTUBRE / 2023. La colonia La Calma, aledaña a donde se localizan las instalaciones del Hospital Regional de Autlán, fue una de las zonas donde la lluvia y la creciente del arroyo El Cangrejo, provocados por el paso del Huracán Lidia, causaron más estragos. Residentes del lugar compartieron para UNIR noticias la experiencia que vivieron.
Un vecino de la calle Tulum dijo que, aunque sabían del riesgo de que el arroyo se llegara a desbordar, no imaginaron que fuera a ser tan grande la cantidad de agua, ni tan repentina la creciente que les llegó:
“Sabíamos de que había un alto riesgo de que se desbordara el arroyo, pero no de esa magnitud, toda esta zona, calle Tulum, calle La Calma, nos vimos severamente afectados porque la gran mayoría de personas perdieron la totalidad de sus pertenencias, el agua ingresó hasta más de un metro adentro de sus hogares, y fue sorpresivo y fue rápido, porque de cuando nos percatamos que la lluvia empezó a salir, a que entró a las casa, no pasaron más de cinco minutos, entonces hubo muy poco tiempo para una reacción”.
Narró cómo pudieron ver el caos que se formó cuando la fuerte corriente que se registró arrastró vehículos y llenó de lodo todo lo que se encontraba a su paso:
“Yo tengo muy pocos años viviendo aquí y la mayoría de los vecinos comentan que nunca se había desbordado en esta zona a esa magnitud, a excepción de Jova, entonces pues sí estamos muy afectados todas las personas, nosotros estamos afectados, hay otras que están severamente afectados” … “Fue triste, fue temeroso porque sí se veía incluso que había riesgo de vida porque se podía ver la bravura de la corriente, del agua había un oleaje fuerte, volteo camionetas, se hizo un cuello de botella aquí en la esquina con el hospital, muchos vehículos golpeándose unos con otros, era un caos, algo que no muy acostumbrado aquí para la zona”.
Señaló que, en su caso, perdió muebles y otras pertenencias, sin embargo, dijo sentirse agradecido por estar vivo y sin lesiones:
“De todos los objetos básicos se perdieron muebles, electrodomésticos, colchones, mucha ropa, calzado, algunos aparatos electrónicos, refrigerador, lavadora, todo lo que normalmente está una zona donde el agua puede llegar, prácticamente se pierde. Gracias a Dios estamos con vida, estamos con salud, se puede trabajar poco a poco y empezar a recuperar las cosas”.
Otra vecina, residente de la calle Tulum, habló de cómo el nivel del agua alcanzó una gran altura como para ingresar a su domicilio a través de la ventana de su casa:
“Sí se me mojaron la estufa, el refrigerador, el comedor, unos roperos en los cuartos, y se me dañaron algunos papeles, y luego se me metió por la ventana que afuera que el agua estaba muy alta el agua, más de un metro”.
Ellos mismos comentaron que ya están buscando la forma de recuperarse de esta situación, y que esperan contar con el apoyo del gobierno para salir adelante más rápido.
(Enrique López)
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