Foto de Marco Corral
CUAUTLA, JAL. 15 / JUNIO / 2023. Al igual que en numerosos puntos del país y del planeta, en Jalisco, culturas antiguas estudiaban los fenómenos celestes, y se conservan algunos sitios arqueológicos que dejan evidencia sobre sus prácticas y conocimientos astronómicos.
Aunque aún no ha sido registrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y de que un antropólogo que visitó hace unos años el lugar y señaló que los fenómenos de sol y sombra en la zona arqueológica del municipio Cuautla son meras coincidencias, el sitio llamado “las ruinas” o “las águilas”, puede considerarse el Stonehenge de México.
Y es que en el sitio arqueológico se encuentran enormes monolitos de aproximadamente 5 metros de altura, que al permitir el paso de los rayos de luz entre sí, marcan con exactitud equinoccios y solsticios; los rayos de luz pasan entre los monolitos y llegan directamente a otras rocas que el promotor del sitio, Miguel Mora, hoy finado, llamó “marcadores”.
La zona arqueológica podría dividirse en 4 partes: la llamada “zona mágica”, donde las enormes rocas evocan seres prehistóricos y se dice que ocurren extraños fenómenos; el área de los petroglifos, un sitio ceremonial de la zona arqueológica; la zona habitada, un sitio donde hemos encontrado restos de antiguas cimentaciones o estructuras, y concentraciones de materiales de tipo prehispánico; y el observatorio astronómico, el sitio más conocido y donde la Sociedad Astronómica de Jalisco, montó hace unos años, más de 50 campamentos y telescopios, para la observación de la lluvia de estrellas Leónidas.
“Las ruinas”, o “las águilas” en el municipio Cuautla, no es solo una zona digna de estudios de arqueología, sino también de la arqueoastronomía, que estudia los restos materiales del pasado, para indagar sobre los conocimientos que culturas antiguas tenían sobre los fenómenos en el cielo.
(Marco Corral)
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