
AUTLAN, JAL. 10/ABRIL/2025 | El pasado 4 de abril, la Secretaría de Salud (SSA) federal informó la detección del primer caso humano de influenza aviar A (H5N1) en México, una niña de tres años de edad, residente en el estado de Durango, quien unos días después falleció por complicaciones respiratorias derivadas de la infección.
Según informó la autoridad sanitaria, el contagio de la menor fue confirmado desde el 1 de abril por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), y de inmediato se le brindó tratamiento con oseltamivir, mientras estaba hospitalizada en una unidad de tercer nivel en la ciudad de Torreón en condición grave.
Refieren también que una vez confirmado el caso, se implementaron varias acciones de manera inmediata, entre ellas, se notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cumpliendo con el protocolo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional.
La Secretaría de Salud(SSA) procedió a capacitar al personal de salud de los Servicios de Salud de Durango y Coahuila en la Guía nacional para la preparación, prevención y respuesta ante un brote o evento por influenza zoonótica en la interfaz animal-humano y además, iniciaron operativos de búsqueda intencionada de casos con sospecha de enfermedad respiratoria viral.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) realizó recorridos y muestreos biológicos de aves silvestres y sinantrópicas en la zona de influencia aledaña al domicilio del caso positivo a influenza aviar A (H5N1), y se estableció un sistema de monitoreo permanente para la detección oportuna de otros casos similares en fauna silvestre que habita en el lugar.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), junto con elServicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), informaron que hasta ese momento no se habían reportado unidades de producción comerciales afectadas por influenza aviar en ninguna zona del país; no obstante, el SENASICA continúa con las acciones de vigilancia epidemiológica activa, a fin de identificar oportunamente cualquier caso que pudiera presentarse, y de ser así, se implementarán los protocolos nacionales e internacionales correspondientes.
Posteriormente, la Secretaría de Salud informó que la OMS considera que el riesgo de salud pública de este virus para la población en general es bajo, por lo cual, el consumo de carne de pollo o huevo, bien cocidos, no representa peligro para la salud del ser humano.
Según informó la dependencia sanitaria, la influenza zoonótica es una enfermedad que puede transmitirse de aves u otros animales a los seres humanos y hasta el momento no hay evidencia de transmisión sostenida de persona a persona.
Así mismo, la SSA dijo que cuenta con una reserva estratégica de 40 mil tratamientos de oseltamivir, y además emitió una serie de recomendaciones, entre las que se encuentran lavar las manos de forma frecuente con agua y jabón o soluciones a base de alcohol al 70 por ciento; utilizar cubrebocas en caso de síntomas respiratorios y ventilar espacios; cubrir la boca y nariz al toser o estornudar; lavar las manos antes de manipular alimentos cocidos y después de manipular alimentos crudos; cocer adecuadamente carne de pollo y huevo con temperaturas mayores a 70°C; no utilizar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y cocidos; evitar tocar o acercarse a animales silvestres; no manipular o recoger animales muertos; no tocar aves o animales de corral enfermos o muertos por causas desconocidas; utilizar guantes, cubrebocas y ropa protectora si se trabaja en granjas o mataderos y se tiene contacto con aves u otros animales, sus productos y desechos; y vigilar posibles datos de enfermedad o muerte anormal en animales de granja o traspatio y notificarlo inmediatamente a las autoridades.
La Secretaría de Salud recomienda solicitar atención médica en caso de presentar fiebre, conjuntivitis (ardor, comezón, enrojecimiento de ojos), tos, ardor de garganta, escurrimiento nasal, dificultad para respirar, dolor de cabeza, vómito, diarrea, sangrado o alteraciones de la conciencia, posterior al contacto con aves u otros animales enfermos o muertos.