CIUDAD DE MÉXICO. 19/FEBRERO/2021 (Redacción) | Con 22 votos a favor y 10 en contra, la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó este viernes la iniciativa para reformar la Industria Eléctrica enviada por el presidente López Obrador, aunque con el voto en contra de la diputada del distrito 18 en Jalisco, Mónica Almeida López.
La legisladora señaló que esta aprobación comprueba que Morena y sus aliados legislan sometidos a los deseos de Palacio Nacional de acuerdo a la Diputada Federal Mónica Almeida.
“Nuevamente el deseo del presidente se hizo realidad en San Lázaro, ya que ni una coma se le modificó a su iniciativa para reformar la Industria Eléctrica, esto a pesar de las evidencias de su inviabilidad y por ende demostrando el sometimiento que existe en la Cámara Baja”, indicó.
La perredista compartió que el parlamento abierto que se realizó fue una simulación ya que en el dictamen propuesto jamás se hizo referencia a dicho ejercicio parlamentario, pues no se discutió ni se tomó en cuenta la opinión de la Comisión Federal de Competencia Económica, del Consejo Coordinador Empresarial, las implicaciones que advirtió el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados y mucho menos las propuestas de algunas instituciones internacionales líderes en el análisis de regulación energética como la International Energy Agency o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
“Esta iniciativa es claramente inconstitucional, violatoria de los tratados internacionales, representará la fuga de inversiones y nos hundirá más en esta crisis económica; representa un modelo energético improvisado y se demuestra claramente la regresión que existirá en caso de aprobarse en los términos propuestos”, aseveró.
Explicó que en caso de aprobarse de esa manera en el pleno se anularía la competencia en la generación y el suministro de energía eléctrica, lo que contraviene el régimen constitucional que rige a la industria eléctrica nacional, que está basado en la competencia como motor para promover la eficiencia de la misma; por lo cual se va generar un incremento de precios en el consumidor final, teniendo tarifas más caras o indirectamente subsidiando las tarifas con un mayor cobro de impuesto.
“Lo que se pretende aprobar va en contra de los objetivos energéticos Cardenistas, que señalan que la generación, transmisión y distribución se basarán en Principios Técnicos y Económicos, con la finalidad de obtener la energía a menor costo y reducir el precio a los mexicanos del suministro eléctrico”, dijo.
Concluyó señalando que “se debe buscar fortalecer a la CFE, pero de una manera inteligente, que no sea un barril sin fondo, que no le cueste más dinero a los mexicanos, que no ponga en riesgo nuestra soberanía energética, que sea más eficiente, que cuente con una diversificación de fuentes de energía, que no contamine, que esté a la vanguardia de las tendencias energéticas y que, sobre todo, garantice el derecho a los mexicanos a la energía eléctrica con una verdadera reforma energética, integral desde el marco constitucional y con un modelo económico ampliamente sustentado.”
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