ATENGO, JALISCO. 02/Noviembre/2017. Un carro alegórico, una grabación histórica, creatividad y el trabajo en equipo fueron suficientes para que los alumnos de la Escuela Preparatoria Regional de Tecolotlán del módulo de Soyatlán del Oro revivieran la historia de Magdaleno Regla, el mártir que hace 90 años protagonizó la defensa de la fe y de la Virgen del Rosario, patrona de la población tras la promulgación de la Ley Calles que originó la guerra Cristera, misma que trajo como consecuencia, lo que ahora es leyenda: La quema de Soyatlán.
Soyatlán del Oro fue una de las comunidades que se convirtió en un importante punto Cristero en la región debido a que era un sitio donde los católicos podían ocultarse fácilmente de las persecuciones que había por parte del Gobierno. Sin embargo, la celebración de la Virgen del Rosario, ocurrida cada 30 de octubre, no podía pasar desapercibida y se llevó a cabo pese a la prohibición de culto. Fue entonces que llegaron los militares en plena fiesta y se originó una batalla campal que culminó con el asesinato de pobladores y la quema de viviendas, negocios y el Templo Parroquial. Magdaleno Regla Arana, de 21 años de edad, logró huir del lugar llevándose con él a la Virgen del Rosario envuelta entre su sarape. Al día siguiente fue encontrado por el ejército y murió después de recibir varios disparos. La gente del lugar recuerda con agradecimiento al héroe que salvó a su Santa Patrona de haber sido quemada.
Esa es la historia que dio origen a que 120 alumnos del módulo de la Preparatoria de Soyatlán, coordinados por estudiantes del quinto semestre apoyados por un grupo de maestros, revivieran la historia, elaboraron una réplica del Templo Parroquial que fue quemada durante la escenificación. Llamó la atención también, una réplica que ellos mismos hicieron de la Virgen del Rosario con gran semejanza a la original.
El evento comenzó con una procesión por las principales calles de Soyatlán que llevaba al frente una banda de guerra de 25 estudiantes para culminar en el primer cuadro donde apoyados con una grabación fueron recordando cada uno de los hechos ocurridos el 30 de octubre de 1927.
(Haydeé López Brambila)