AUTLÁN, JAL. 21 MAYO 2015.- En 2013, apenas comenzaba la actual administración municipal, vecinos de la calle Bárcenas interpusieron la queja 3535/2013 ante la CEDH Jalisco, la razón, es que consideraron que sus derechos son violados por un negocio de venta de alcohol y micheladas que se encuentra por esa calle, a unos pasos de la plaza de toros. Aún cuando a finales de la administración anterior se había encontrado la instalación de este negocio como no procedente y sin el acuerdo de los vecinos, la postura cambió con el cambio de administración.
La CEDH Jalisco comenzó un largo proceso de investigación que incluye reportes de la policía en la que acusan al dueño del negocio de insultarlos. Misma actitud para personal de inspección fiscal.
El proceso que siguió la queja ante la defensoría de Derechos Humanos realizó conciliaciones destinadas a la revocación de licencia del negocio, mismas que no se cumplieron. Al funcionario que señala el documento que resuelve es a Fidel Reyes Viramontes, Jefe Jurídico del Ayuntamiento, a quien la Comisión concluye que, dice textual: “En ningún momento se inició el procedimiento administrativo de revocación de licencia (…) no obstante la instrucción de un superior jerárquico al ordenarle el cumplimiento del punto de acuerdo, actuar que fomenta la impunidad”. El documento afirma que el funcionario no cumplió con las funciones que la ley le obliga.
El Coordinador de Seguimiento de la CEDH Jalisco, Fernando Zambrano Paredes, firma el documento en el que se cierra el caso con una afirmación que dice textual: “Lo anterior denota falta de voluntad, sensibilización y colaboración por parte de las Autoridades de ese Ayuntamiento para la protección de los Derechos Humanos, por lo tanto para el próximo informe de esta comisión será considerada como una autoridad que simula al no cumplir con las conciliaciones”.
La queja se archivó, y es hasta ese punto en que la Comisión puede intervenir.
(Carlos Efrén Rangel)