BITÁCORA DE CAPACITACIÓN DEL CAPITAN.
En fin, sábado 9:00 am, puntual con cuaderno en mano llegué, pero ¿qué creen?, pues que el facilitador venía retrasado, (en tiempo claro) y entonces una rescatadora de profes-que-llegan-tarde, nos puso a jugar a algo así como irnos de crucero, reunirnos por colores, tamaños, gustos, fechas de nacimiento para no ahogarnos cómo en el Titanic (nunca entendí para qué). Por fin, 50 minutos después apareció el apenado-retrasado y preocupado facilitador. Fue entonces que mi suplicio inició.
Me vi ahí sentada frente a una mezcla de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Yordi Rosado y Walter Riso, todos insertos en un titipuchal de diapositivas escritas con pésima ortografía tratando de decirme cómo mejorar mi calidad de vida, cómo ser feliz, cómo lograr el éxito y cómo lograr despertarme todas las mañanas con una sonrisa colgate. Por un momento pensé: “yo tan libre pensadora y tu tan libro de autoayuda”.
Chin que pena, en este barco no vamos a terapia, no leemos autoayuda ni queremos ser felices. Mejor tomamos pastillas para no soñar. Para finalizar la primera sesión nos hizo escribir el famoso, «¿quién soy?»
Yo lo resumí así: Soy Capitán de un barco, madre de un polizón, dueña de mí, libre pensadora, comunicóloga de profesión, lectora de corazón, escribo historias cotidianas, tengo la mirada fuerte, el carácter difícil, llevo el sarcasmo en la piel; soy maestra por vocación, tengo la sonrisa apretada y mi barco navega sin ataduras religiosas, políticas ni sentimentales. Nunca sé llegar a fin de mes y me llamo Verónica y me gusta ser quien soy.
Y yo digo que la calidad de vida es eso que pasa mientras buscamos como mejorar nuestra vida, así pues qué cada quien le haga cómo pueda ¿no?
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